Bar Restaurante Rufino - Salobreña, Granada

Gloria C.

Estupendo y tranquilo sitio para comer en Salobreña con vistas al mar. Si además hace un buen día, es el plan perfecto.
Nosotros siempre pedimos su especialidad que es el pulpo Rufino que está riquísimo y muy tierno. Además pedimos las puntillitas con huevo, boquerones, migas (aquí si echamos en falta más toppings como panceta o chorizo) y ceviche.
Para terminar probamos el arroz con leche y una mousse de mango bastante buena.

Juan T.

Excelente elección. Un lugar para repetir más de una vez, servicio correcto, sin esperas, precio razonable y sitio muy agradable. Los calamares 🦑 el cazón en adobo, las almejas,…y sobre todo la Espichá, delicioso todo !
Un lujo comer en este restaurante, a 3 metros de la orilla de la playa. No se puede pedir más.

P M.

Hoy comimos en este bar a pie de playa y la experiencia fue realmente agradable. Pedimos una paella de verduras, que fue una excelente opción vegetariana para mi hermana, y estaba deliciosa. También disfrutamos de una ensalada de tomate y aguacate, unas puntillitas y unas migas, todos los platos con un sabor excepcional.

El servicio fue igualmente destacable. María y Claudia nos atendieron con mucha amabilidad y profesionalismo, lo que hizo que nuestra comida fuera aún más placentera. Sin duda, recomendaría este lugar a quienes busquen una buena comida en un ambiente acogedor.

Maria V.

Comida casera y riquísima. Te ponen tu tapa con la consumición y además tienes unas vistas espectaculares a la playa.
Nos encantó todo lo que pedimos, pero hay que destacar el pulpo al estilo Rufino y el salmorejo.
Estuvimos genial y fueron súper rápidos atendiéndonos, a pesar de ser 11 y estar las demás mesas llenas.

Javier B.

Una buena, tanto en sabor y màs aún en cantidad, paella para dos que fácilmente hubiera podido ser para tres, con el equilibrio adecuado de carne y langostinos. No hemos dejado ni los bigotes. Aunque el arroz ya lo conocíamos, hoy hemos hecho el descubrimiento del dia, las carrilleras. Tiernas, en su punto, con un intenso sabor de la cocina hecha con cariño y a fuego lento, en una salsa que era para haber lamido el plato. Y con sus estupendas patatas fritas que, aún siendo un elemento secundario, no las conozco mas buenas que aquí. Por lo demás, los ingredientes de siempre que tanto nos gustan: la cerveza fría, la atención amabilísima y los precios razonables. Un placer que necesitamos seguir dàndonos de vez en cuando.

Carmen P. M.

La comida estaba muy buena eso hay que admitirlo, pero sí que nos negaron la segunda tapa de las segundas consumiciones, alegando que tras haber pedido comida, no daban más tapas. Eso está muy bien, el problema es que estábamos viendo cómo a personas que habían pedido comida, les seguían poniendo tapas. Un poco de discriminación fue eso. De todas formas, la comida estaba buena, la única tapa que nos dieron era abundante y el plato de comida que pedimos igual.

Fran J.

No conocía la zona e iba dando una vuelta con la moto, hasta que encontré este restaurante en una ubicación excepcional, con encanto. Me tomé un par de cañas y todo genial.

Gahete15 G.

Este año mala elección, pedimos bebida y como siempre nos la ponen rápido pero les tenemos que reclamar la tapa y nos la ponen con desgana. Teníamos encargado arroz negro, y tan negro. Sin sabor ninguno aunque con bastantes tropezones, se salva el alioli, a mí me chifla, buenismo entro algo de arroz gracias a el. Eso sí, la cuajada de mango buenísima. Otros años los arroces en Rufino han estado mucho mejor, deberían ponerse las pilas en la cocina.