Centro Vida Nueva - Ciriza, Navarra

Noemi S.

Tuve un familiar ahí dentro durante meses. Llamaba todos los días para ver que tal estaba y lo único que me decían era “llama a tal hora” y llamaba a esa hora y decían que no tenían constancia de que yo fuese a llamar, que llamase a otra hora. Llamaba a otro día, otra hora y lo mismo.. siempre me daban largas para hablar con ese familiar (puedo llegar a entender que para los usuarios no sea del todo bueno) y para saber cómo estaba.
Mi familiar consiguió salir de ahí y me contó que todo lo que habían hecho… cosas que, como sanitaria, veo totalmente lógicas y otras cosas que son puro aprovecharse de la situación de las personas.
Al salir, me contó que le dijeron que nadie había llamado para preguntar por el. Obviamente mentira.
Desde el principio no estaba de acuerdo con este centro por el hecho de ser un centro religioso y lo costoso que es, y no me equivoqué. Ojo de loca no se equivoca.
Eso sí, ahora tiene las cosas muy claras. Igual la estrategia es esa😅

Aroa A. G. C.

Hola buenas me llamo Estefanía y soy de Manresa decir que en el centro de vida nueva para mí es como en mi casa porque yo estado allí y estado bien y decir tanto como los responsables como los pastores me han dado mucha ayuda y Estoi contenta y le doy gracias a Dios por permitirme conocer a todo ellos y por ayudarme mucho y decir que siempre estarán en mi corazón decir que el señor os bendiga a cada familia y a los responsables y a todos los ñinos ya los pastores gracias

Domenec H.

He estado en muchas ocasiones y siempre ha sido una experiencia muy buena. Se respira paz y armonía. El trato es excelente y el ambiente muy especial. Lo recomiendo a todos. Los responsables son personas entregadas y muy serviciales. Aman a Dios y se preocupan por las vidas necesitadas a las que atienden con solicitud y amor. Para mi son de ejemplo. Xalom.

christian E.

Desde el primer momento que se pisa ese lugar se nota una paz, una sensación de estar en un lugar diferente al que se puede encontrar en el mundo. De primeras, al entrar, se encuentra un cartel "Centro vida nueva - Porque nada hay imposible para Dios" que te llama la atención, a medida que vas entrando y conociendo a las personas y de los usuarios del centro se va dando cuenta la razón del nombre. Es una bendición ver como en verdad hay alguien que si puede cambiar vidas, y como, vidas que también han sido transformadas ayudan a que otras lo sean, con el gozo y la pasión de agradar a quien les ha cambiado por completo su manera de vivir. La presencia de Dios es notoria en todo momento, el mover del Espíritu Santo es la razón de que el ambiente en ese lugar sea tan especial y que Jesucristo sea imitado, hacen, en conjunto posible de que esa presencia se mantenga en todo momento y la podamos experimentar y disfrutar.
Gracias centro Vida Nueva.

Vicente M. H.

Tengo el privilegio de conocer Vida Nueva hace ya más de 35 años. La primera vez que lo visité me impactó el amor y la compasión que se respiraba en aquella humilde casa donde se estaban dando los primeros pasos en la ayuda a cualquier persona que la pedía. Lugar de refugio para todo el necesitado, ambiente de obediencia, respeto, generosidad, servicio, manos que levantan al que ha caído, corazones que consuelan a aquellos que la sociedad y hasta sus propias familias le han dado la espalda. Lugar de oportunidades, me ha llamado la atención como personas que rechazaban la ayuda que allí se ofrecía, después de un tiempo se iban, y volvían de nuevo a pedir otra oportunidad y se encontraban las puertas abiertas y la compasión necesaria para ser ayudados.
He podido estar en diferentes etapas de mi vida, cuando era un joven, después ya casado con mi esposa y luego con mis hijos, es tan especial el ambiente que allí se vive que desde niños mis hijos fueron atraídos por el amor sincero de esta bendita casa. Es verdad que es un trozo de cielo aquí en la tierra. Una de mis hijas estuvo estudiando en la Universidad de Navarra y vivió de lunes a viernes en Vida Nueva durante cuatro años, para nosotros como padres fue como tenerla en casa porque sabíamos que iba a ser cuidada y acompañada en esa etapa de su vida. Hoy todavía sigue recordando el bien que le hizo ese tiempo que vivió allí. En la actualidad y desde hace siete años uno de mis hijos con su esposa y mis tres nietos están viviendo en Vida Nueva también de lunes a viernes, disfrutando de una gran familia. Cada vez que visitó Vida Nueva quisiera quedarme por la vida que allí se vive y se enseña.
Doy muchas gracias a Dios por el pastor Luis y su familia, por cada responsable que se entrega cada día para ayudar al necesitado, por este lugar que un día abrió sus puertas y con el paso de los años ha sido instrumento del Cielo para manifestar que “nada hay imposible para Dios”.

Pili G.

Hola: Hablar del centro Vida Nueva, es hablar de VIDA.
La primera vez que fui, me sorprendió la paz que pude experimentar al entrar al Centro.
El amor, el cariño con el que te reciben, esa disposición en atenderte, fue impactante para mi.
Vi servicio y amor . Puede ver con mis propios ojos la entrega desinteresada de personas que no te conocen hacia mi y a otros, con solicitud y cariño. Solo puedo animarte a que vayas y veas, y podrás comprobar por ti mismo lo que digo,

Manuela A. B.

Solo tenemos palabras de gratitud ante tanto amor mostrado a las personas. La manera de cubrir cada necesidad en Vida Nueva solo puede provenir del cielo, del amor del Padre. Cualquier persona con sinceridad puede reconocer que la labor, la entrega excelente y el servicio precioso a la sociedad que hacen es digno de imitar y digno de gratitud.
Os amamos mucho, sois referentes para mi familia y mi iglesia.
Muchísimas gracias!

Natalia L.

Junto con mi familia, conocemos el Centro Vida Nueva desde hace siete años. Recuerdo que la primera vez que llegamos era muy tarde, era media noche. Sin embargo, me sorprendió mucho como aún siendo ya tan tarde, nos recibieron con una sonrisa y un gran abrazo. Nos tocó mucho, ya que en los responsables lo primero que vimos fue gozo, y sobre todo, que de ellos emanaba mucho amor.

Como familia, damos muchas gracias a Dios por llevarnos a este pedacito de cielo, donde pudimos aprender bajo la luz de la Palabra: el perdonar, posicionarnos, amar a los demás... y sobre todas las cosas, poner a Dios en primer lugar.

Damos fe, de que en el Centro Vida Nueva, se mueve el poder de Dios en cada vida que se encuentra en este lugar. Son un ejemplo de sacrificio, bondad, amabilidad, respeto, llenos de amor y dispuestos a ayudar a quien lo solicite o necesite, sin mirar a quien. Además, se respira y se vive en familia, se siente calor de hogar.

Estamos muy agradecidos, porque sin ser merecedores, Dios dispuso todos los recursos del cielo para restaurar nuestras vidas tan necesitadas.

Gracias porque cada vez que vamos, sigue permaneciendo ese amor como si fuese el primer día.