Mesón El Tamborilero - Almonte, Huelva

diego M.

Es un restaurante muy típico qué forma parte del museo del vino de Almonte.
Tanto la comida como el servicio han estado muy bien y el ambiente es formidable.
Una de las cosas que más me ha llamado la atención, y que no lo había visto nunca antes, es que el chef te acompaña a la misma cocina donde están preparados todos los platos que tienen para ese día, y te los va indicando uno por uno de qué se trata. Nosotros éramos solamente dos, pero han llegado mesas de más comensales, 7 u 8, y también los ha acompañado a la cocina a todos ellos en un grupo indicándoles también los platos elaborados para este día. Y allí mismo en la cocina te tomaban la comanda. Una cosa, cuanto menos muy, pero que muy curiosa. Un 10 para esta forma tan peculiar de atenderte.
En lo demás todo perfecto. Seguramente volveremos.

Alba F.

Estamos de vacaciones por la zona y nos recomendaron el Mesón. No reservamos pero como siempre vamos a primera hora encontramos sitio, pero mejor reservar porque se llenó rapidísimo.
La peculiaridad del restaurante es que no hay carta, te llevan a cocina y te enseñan lo que tienen de comida, nos pareció genial y diferente, a parte de poder ver lo limpia y ordenada que está la cocina!
Los dueños son geniales, atentos, serviciales y amables. Muy buenos someliers! Y nos recomendaron vinos de la zona de gran calidad.
Lo recomendaría a todo el mundo, familias, parejas, grupos de amigos, ....

Loli B.

Nos ha encantado, hace años que fuimos y hoy hemos vuelto a repetir, nos encanta que desde la misma cocina nos muestren los platos que tienen preparados para el día, con los acompañante que gustes. Muy buenos los pimientos rellenos, el salmorejo, la pechuga de pollo rellena, la hamburguesa y la lubina, todo riquísimo y a buen precio. Los postres son caseros y estaban también muy ricos. Además cuentan con una amplia terraza donde pueden corretear los niños. Un lugar de 10!

Oscar

Excelente mesón, amplio y bonito, con los 37 grados que había en la calle y adentro una temperatura muy buena, buen aire acondicionado, buen equipo amables y atentos, lo original es que el camarero te dice "vamos a la cocina y te cuentan" y allí el cocinero te dice lo que tiene, tu lo ves y eliges, muy original. Comida de raciones generosas y muy bien realizado.

Alejandra

Es un sitio imperdible.
Al llegar te pasan a la cocina en la que el encantador Miguel te dice qué ha cocinado para que elijas los platos que quieres.
Como podéis ver, hay variedad de todo tipo para todos los gustos y todo está exquisito.
Utilizan productos de la tierra y eso se nota en la calidad de todos los platos.
Comimos allí y reservamos para comer de nuevo al día siguiente porque nos quedamos con ganas de probar más cosas y repetir otras, como los pimientos del piquillo rellenos que son una delicia.
Para finalizar un surtido de tartas caseras que quitaban el sentido, de coco, almendra, nueces, queso, chocolate…
Tienen muy buena carta de vinos para poder acompañar y justo al lado está el Museo del Vino de Almonte.
No se me ocurre mejor plan si estás por la zona.
Deseando volver a este lugar tan encantador.

María M. M.

Un clásico para comer en Almonte. Mi familia y yo venimos todos los veranos y nunca defrauda. Te meten en la cocina y te enseñan los platos que hay. Todo casero y buenísimo. El mesón es precioso también y el precio bastante razonable.

M. B.

Relación calidad precio muy mala. Si bien es cierto que pasas a la cocina para ver lo que comes no deja de ser la típica comida de buffet a un precio elevado. Pedí una ensalada de aguacate y me trajeron una pequeña porción por 8 euros con la lechuga pasada, aguacate duro e insípido y sin rastro de langostinos. Respecto la lubina, seca con unas pocas patatas fritas, frías, 10.50 euros. Se pidió pan sin gluten, del cual disponían, pero lo sirvieron mojado y duro por varias zonas, debido a un mal proceso de descongelacion del mismo. En definitiva me parece excesivo de precio, ya que los platos que ofrecen son de pequeño tamaño y hechos horas antes.

José M. G.

He visitado este restaurante con mi familia y nos ha encantado la experiencia. La comida es deliciosa, casera y típica de la zona del Condado - Marisma de Huelva. Todo estaba exquisito. Las raciones son generosas y el precio es muy razonable.

El trato del personal es inmejorable, muy atento y profesional. Nos han hecho sentir como en casa y nos han explicado los platos con detalle. El local es amplio, limpio y acogedor. Nos han enseñado la cocina, que estaba impecable, y nos han presentado a los cocineros, que son muy simpáticos y se nota que disfrutan de su trabajo.

Es un sitio que recomiendo al 100% si quieres disfrutar de la auténtica gastronomía andaluza del cuchareo. Sin duda, volveremos pronto. Gracias por todo.