Restaurant Atípic - Agramunt, Lleida

Ruben A.

Experiencia excelente en este restaurante de Agramunt, ubicado en la zona del casco antiguo, cerca de la iglesia románica y del centro cultural Guinovart. El local no es muy grande pero sí amplio y espacioso, que te hace estar en un ambiente agradable, muy confortable!. La atención del personal de sala fantástico, una chica muy amable y atenta en todo momento, trato familiar, de proximidad y siempre con una sonrisa en la boca!. La comida excepcional, producto fresco, de calidad, muy bien tratado-sazonado. Se nota que en la cocina hay grandes profesionales que ponen amor y esmero para que los comensales salgan satisfechos. Hicimos el menú de fin de semana a 35,00 € por comensal, con 5 primeros, 5 segundos y 5 postres a escoger. Comimos de primero la tortilla de patatas en desconstrucción con una sopa de foie y el arroz con longaniza, bacon y salsa teriyaki. De segundo el bacalao con mayonesa kimchi y la costilla de cerdo a baja temperatura con salsa de mostaza y miel. De postre rematamos con el chocolate en diferentes texturas con bizcocho de donut. Todo muy rico y delicioso, combinación de sabores maravilloso. Volveremos seguro, 100% recomendable por confortabilidad del local, atención y sabrosura de la comida!. Si estás en Agramunt y quieres comer bien, tranquilo y con una gran relación calidad-cantidad-precio, el restaurante atípic ha de ser tu elección. No te defraudará, te enamorará, Irina y su equipo de trabajo unos cracks en todos los sentidos!.

Anahí F.

Experiencia decepcionante: lo que prometen en la web no se corresponde con la realidad

Fuimos a cenar a Atípic con muchas expectativas, ya que en su web los platos se ven espectaculares, originales y bien presentados a un precio razonable. Sin embargo, la realidad no tiene nada que ver con lo que muestran. Los platos que nos sirvieron no se parecían en absoluto a las fotos de la web, ni en presentación ni en elaboración, lo que genera una gran sensación de engaño.

En cuanto a la comida, los nombres de los platos sugieren una cocina sofisticada, pero la ejecución no está a la altura. Un ejemplo claro fue el risotto de carbonara de espárragos, que en lugar de llevar guanciale o bacon, estaba hecho con jamón de York, un ingrediente que además apareció en otros platos. Esto resulta incomprensible en un restaurante que se vende como alta cocina. Otro plato, los falsos calamares de calabacín con mayonesa trufada, llevaba una mayonesa claramente industrial, lo que también resta calidad a la propuesta gastronómica.

El servicio de la camarera fue correcto y amable, pero el ritmo de cocina fue excesivamente rápido: nos trajeron cinco platos casi a la vez, lo que nos obligó a comer deprisa y nos hizo sentir incómodos. Además, para la rapidez con la que llegaron, no venían suficientemente calientes.

El apartado de vinos también dejó mucho que desear. Pedimos una botella que luego buscamos en internet y vimos que su precio en tienda era de 3,50 €, mientras que en el restaurante la cobraban a 23 €. Un sobrecoste de siete veces el precio de mercado en un vino de esa categoría no es justificable en ningún caso, y menos aún cuando ni siquiera lo sirven en copas adecuadas ni lo abren en la mesa, sino que lo traen ya abierto.

Los postres fueron otro punto flojo: las porciones eran mínimas en comparación con el precio y, al igual que en los platos principales, los nombres sugerían algo más elaborado de lo que realmente ofrecían.

Por último, la cuenta resultó confusa. En lugar de aparecer los nombres exactos de los platos pedidos, figuran otros con el mismo precio, lo que nos obligó a descifrar si estaba todo correcto. Un detalle que añade una sensación de poca transparencia en la facturación.

En definitiva, la experiencia fue decepcionante. Atípic genera unas expectativas muy altas con su imagen en la web, pero luego no cumple con lo que promete. Con una mayor coherencia entre lo que venden y lo que realmente ofrecen, junto con algunos ajustes en la ejecución de los platos y el servicio, podrían mejorar considerablemente.

Ana M.

Excelente tanto en la comida como en el servicio. Fueron muy atentos y profesionales.

Comimos de lujo y nos dejaron entrar con nuestra mascota (muchas gracias), ya que no es muy habitual en los restaurantes en este país.

Recomiendo que prueben los huevos a baja temperatura y las costillas de cerdo.
El Drácula es como los helados que tomaba de pequeña (un acierto de postre!!)

Carlos ?. &. C.

Una comida exquisita, el menú degustación excelente, la relación precio calidad de 12, la atención del servicio muy buena, la llamada de la Irina preguntado como nos había ido el menú, no tiene precio. El cuidado de los clientes y las ganas por mejorar auguran tiempos mucho mejores que ya es decir. Por poner alguna pega, el local desmerece un poquito, creo que con una decoración diferente estaría en alguna de esas guías que rondan por el mundo. Gracias por todo. Sois unos profesionales encantadores.

Jordi G. S.

Escojimos este local para comer al mediodia en nuestra vista a Agramunt.
Sobre las 11 h. Llamamos para reservar.
Todos los platos muy bien presentados, cocina innovadora , con diferentes sabores y texturas a destacar el canelo de pollastre amb melós de foie, el costelló de porc amb mel i mostasa y el pollo a la catalana, también los postres muy originales y creativos.
El servicio rápido y atento completó una muy buena experiencia gastronómica.
Muy recomendado.

Jaume S. C.

El pasado domingo fuimos a comer aquí recomendados por el propietario de la casa rural Cal Xinco de Alentorn. Éramos un grupo de 12, y la verdad es que fue un gran acierto. Es un restaurante poco típico, pero cuidan la gastronomía y los platos a un nivel exponencial. Comimos muy muy bien, y el local está cuidado y mimado al detalle. Volveremos a ir, y si eres un amante de la buena gastronomía , es parada obligatoria. Solo tengo una crítica constructiva, el personal es demasiado seco, en un lugar cara al público, uno tiene que tener más simpatía con los clientes.
Repito, volveremos a ir!!

Jose G. P.

Llegamos de casualidad y menudo descubrimiento!! Me guardo el sitio para volver.
La cocina es espectacular. La materia prima muy buena y el tratado es impecable y muy original. (La carta de postres te la puedes comer, por ejemplo).
Las costillas están muy buenas. Bueno, en general todo está riquísimo. No ha habido un plato que no nos haya parecido excepcional.
Además el servicio es rápido y atento.
Muy muy recomendable.

Laura G.

Comí aquí por ir de paso por Agramunt, pero sin mucho buscar. Y fue una grata sorpresa tanto por el sitio, como por la comida. Las patatas bravas con un estilo único donde brilla la presentación, pero sobre todo el sabor: una delicia que no puedes dejar de probar. Y en el menú de fin de semana los huevos a baja temperatura con sobrasada, setas y parmentier de patata... Otro manjar. Y para terminar el pollo a la catalana con sus salsas estaba increíble. Recomiendo el lugar sin duda. Repetiremos para seguir disfrutando de la comida en tan agradable lugar.